Una pardela en MADRID

La actividad inconstante de descubrir tus ojos  Tras los parámetros de una oposición permanente  Revelado mi sentido, acunado en el verso como simiente De una canción hecha desde cerca, desde lejos En la belleza efímera donde se esconde la palabra  Atraviesa mi espalda un rayo de incoherencias  Desde dentro de la cúpula de mis esencias Busco en mis sueños una patraña  Donde convencer a mis sentidos  De la actividad inconstante de descubrir tus ojos En las largas noches sin crepúsculos  En los eternos días si amanecer  En los momentos de etéreos besos  De largos suspiros  Y de profundas miradas almibaradas  En donde solo buscas renacer Donde solo buscas una mirada Allí donde se quedan las palabras En versos acunadas

Si las palabras fueran música, tú serias la música Serias el árbol que renace en primavera  Si las palabras fueran rocío, serias la brisa en la mañana  Cuando no te digo un te quiero  Cuando me enfado sin apego  Cuando no sincronizo tu melodía  Cuando me ataca la melancolía  Solo soy la sombra de un árbol seco Arena triste que se escapa ente los dedos  Soy una tarde sin sol, o una mañana  sin aire fresco Sin ti nada merece la pena, sin ti lamento en el verso Sin ti…

Mis manos perezosas ya no saben acariciar Desperdicio de tiempo en que pude y no supe amar Las mañanas junto a tu cuerpo que pude admirar La holganza de la confianza me impidió sentir tu miel derramada entre mis dedos Mis manos perezosas ya no saben acariciar Los momentos de luz tenue en los que te busque, hoy me acusan Mis manos perezosas ya no saben acariciar La triste rutina de una vida sin poesía El tiempo que me hizo desterrado de tus besos Mis manos perezosas ya no saben acariciar Pretendo y pretendo volver a volar Volver al dulce camino de la pasión  Mis manos perezosas ya no saben acariciar Invoco a mi Eros perdido, entre los jardines de un alegre Parnaso, donde moran las musas Mis manos perezosas ya no saben acariciar Suplico a las Náyades que calmen la sed de mi alma Que vuelvan mis dedos a sentir el dulce temblor de tu piel Que vuelva a sentir el áureo suspiro de tus caricias  El dulce y mimado momento tantas veces buscado La dulce y derramada fo...

Somos cometas que juegan en el eterno cielo lleno de piedras Viento que ulula entre valles solitarios Silencio de silencios eternizables Vacío entre las mentes que te  interrogan Somos abono de sensibilidad pasajera Magia que inspira palabras inconexas  Dioses de nuestro mundo complicado  Agobiado viaje dentro de una metáfora Felices incautos bañados en palabras Somos belleza áspera y severa Búsqueda introspectiva  en un mundo de orden Somos carne naciente en pieles secas Belleza de cosas pequeñas y eternas Somos los hijos olvidados de una eterna promesa Amamos, soñamos y a veces respiramos… Somos una duda refugiada en una estrella Un beso fugaz  en una mañana cualquiera