VESTIDO...
Vestido… Vestido de inconsciencia me despertó la mañana. En la insolente y descarada soñolencia Como fruta verde temprana. Arrincone a la pena, di valor a la alegría. Despertó mi piel y en mis venas se destiló algarabía. Me embebí de los reproches de la vida. Sacié mi alma, cerré otra herida. Y seguía despertando vestido… Pero afuera, … afuera llovía. Desistí de la palabra… Me acune en una nube… Soñé en los besos que no di cuando debía… Y en la suerte que tuve…