HÁBLAME
HÁBLAME
Háblame de las alas ardientes de las mariposas, de los
silencios, de
las risas y congojas.
De los días entre el deseo y lo cotidiano, de tus momentos
humanos.
Dime tu verdad, no la verdad que quieren que digas.
Solo la cierta y
precisa manera de reconocer tus deseos.
Atraviesa los minados campos de flores mustias del alma, los
pétalos
perdidos.
Olvida los silencios no pronunciados jamás, las palabras
calladas en
las mejillas humedecidas.
Los labios secos de besos nunca dados.
Cuéntame la agonía afligida y escondida entre tus ojos.
Mira a los olvidos dolientes, grita las palabras necesarias,
para seguir el camino desmarcado con las piedras que te
hieren.
¡Mírame, dime, clama!
Háblame con tus adverbios olvidados.
implora tus derechos, reclama el dolor en aquellos que
hirieron tú
coraza.
Habla, nunca dejes tu camino, ni que pisen las huellas que aún
no has marcado.
¡Háblame…háblame!
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