JUEGOS ...

JUEGOS…

Las cunas están tranquilas,
los juguetes inmóviles en frías estanterías.
La vida o la muerte están esperando.
La esperanza se fue a jugar a otro lado.
Se fue a jugar con el hambre, con el frío,
a escondidas con el hastío.
Se quebraron miles de sueños de infancia,
se rompió la noche en la infamia.
El dolor se disfrazó de bienestar,
el hambre varió en calor y dulce despertar.
Los pequeños pies descalzos ya no están.
Nadie sabe si caminan o el suelo que pisan,
ya no les acarician.
¿Dónde secan sus lloros?
Quizá donde juegan los monstruos de la avaricia,
o donde juega niña codicia.
En sus húmedas ropas podridas,
supuran sus heridas.
Ya no hay bienvenidas,
no hay despedidas.
Solo hay maldad,
solo inmundicia.
Quedan miles de risa rotas.
Y no hay juegos.
Solo malabares sacrílegos y
despojos de perros.
Malditos perros vestidos con joyas
y trajes enfermos.
Donde los sueños mueren en una playa fría.
Donde los juguetes sueñan con manos que acarician.
Allí es donde mueren miles de risas.
Ya no hay tiempo…ya no hay prisa.



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