Deja que sea...

¡Deja que sea el viento,
el mar…!
Deja que sea una hoja que se acuna y mece.
Que sea tormenta…
Que vuele como una cometa.
¡Deja que ame la geografía de tu alma,
los lagos de tus ojos!
Déjame ser respiración en tus labios.
La uniforme ondulación de tu pelo.
¡Deja que sea cielo azul tras las nubes!
Y seré como la caricia de un niño, pequeño, delicado y eterno.
Fiel como la lluvia que moja la tierra, lluvia de verano.
Frío en primavera.
Deja que solo sea un sueño.
O realidad eterna…
Deja que sea un poema,
o una eterna espera…
Que muera una noche mientras la luna me observa.
Seré la distancia necesaria que existe entre un beso que duele y un beso que quema…



Comentarios

Entradas populares de este blog

MIS OJOS

LOS ÁNGELES MUERTOS- RAFAEL ALBERTI

Niño de harapos..