TELARAÑAS...
TELARAÑAS…
Supongo que las telarañas del corazón se exterminan con besos y caricias…
Que ser tú mismo condiciona esas palabras que nunca te atreves a decir: “Te quiero”
La dicha, a veces, no está en el amor sino en el deseo de amar.
Y los recuerdos solo te ayudan a vivir el triste presente de caricias ausentes.
Solo la ironía hace feliz al irónico, aunque todo sea utópico y errático. No son las luces del
alma las que derrumban las desdichas.
Son las palabras, son los poetas locos e idiotas, los que dibujan con letras las estéticas
muertes de las vidas miserables como hilos de desechos.
Solo nos salvará la belleza, esa línea que cruza de lado a lado el alma sincera.
Se salvará el mundo y pararán las tormentas cuando los “te quiero” ya no necesiten palabras,
y no hayan letras.
Cuando la lluvia nos traiga las penas no resueltas de borrachos, payasos y anacoretas…
Un día de estos...en cualquier primavera
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