Mi noche...
Quemo horas del reloj con un sinfín de acentos
Entre palabras con ecos lejanos, escondidos y sin
lamentos.
Veo la noche pasar con sus personajes y sus encantos. Con
sus seres y sus momentos
Entre miles de sinuosas sombras sin sentimientos aprendí a
hacer de todos los momentos una buena manera para mi escarmiento.
Vivo solo en un mundo nocturno sin resentimiento
Como miles de hormigas en busca de un sustento guardando el
sueño de aquellos que me procuran alimento.
Viviendo las noches en una tierra extraña, acogedora, dura y
exigente. En un lugar extraño frío de
largos inviernos, de veranos dolientes.
Vivo mis noches
corriendo entre albas y atardeceres a veces eternos, a veces adversos. Vivo como aquel al que robaron el
sueño.
A veces como Orfeo solo caigo en los brazos de una Eurídice
cruel que me acaba dejando sin mi último aliento, cada mañana en la que en vez
de despertar me duermo…
Juan Salvador Pérez Hernández
vive, vive sin resentimientos, no importa las horas quemadas, no importa el tiempo ya ido, siempre quedará en ti el haber cumplido, aunque quedes sin aliento,tus sueños cumplidos con seres extraños,un poco cercanos ,un poco lejanos, pero siempre te habran dejado un dulce sabor en la noche de invierno.
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