MIGUEL...

Miguel 

Sigues ahí pequeño como siempre, tal y como te deje guardando mi infancia, guardando mis recuerdos a tu lado.

Cuantas veces te pedí por mi pueblo por sus gentes y sus vidas, sigues volando en palomitas de cartón y en caballos engalanados, sigues en el blanco de los sueños de aquellos que emigraron a tierras lejanas y hermanas.

Estas en los que nos fuimos y en los que se quedaron. En las gargantas de licor de café, elixir de nuestra tierra, en las calles empinadas y en los barrios dispersos, en cada brisa mañanera y en cada plaza inundada de flores. 

Estas en nuestros gallos peleones y en nuestros sentimientos hermanos, en las manchas de plátanos en las tertulias de dominó recién llegada la tarde.

Estas en cada carroza inundada de bellezas, en cada artista que nace cada día. En cada puesta de sol y en cada noche. Estas lejano y cercano hermano.

En el día a día, en cada cuchillo, en cada badana, en cada podona y en cada vaina que sale todos los días a buscar su Dorado. Estas en mi alma y en mi sangre en cada hombre y en cada niño. 

En todas las noches de estrellas en todo el sol de los días encontrados y buscados, estas ahí con tu espada que no amenaza sino acaricia. Estas en cada niño que nace, en cada mujer bella de mi pueblo, en cada insignificante flor, proteges el espacio que te acoge, en cada bagañete y en la manera particular de ver la vida que tenemos en las sorribas antiguas y en los días cercanos. En nuestras tertulias, penas, llantos, en nuestro sentido alegre y trágico de la vida…estas Miguel siempre en mi infancia y espero que mis últimos días estén a tu lado. MIGUEL…protégenos del mal y de nuestros egoísmos humanos…protégenos de nuestros miedos únenos bajo tu escudo protector .Miguel no nos olvides

Juan Salvador Pérez Hernández.